Me besaste y deslizaste tu mano por entre mis piernas acariciándome las pelotas. Yo te respondí subiendo la mía hasta tus melones.Nos miramos y supimos entonces que, el nuestro, era un amor razonable...
Un amor razonable... en un melonar cerca de un campo de tenis, imagino. Amor bizarro, lo llamaría yo. Besos.
Publicar un comentario
1 comentario:
Un amor razonable... en un melonar cerca de un campo de tenis, imagino.
Amor bizarro, lo llamaría yo.
Besos.
Publicar un comentario